En el momento en que surgió en mi la idea de viajar sola, tenía miedos.

Miedo a dejar mi trabajo y luego no volver a encontrar uno. Miedo a cómo sería viajar sola y siendo mujer con todos los riesgos que la sociedad mete en tu cabeza al ser alguien indefenso. Miedo a que no me  alcanzara el dinero para el tiempo que quería estar fuera de casa. Miedo a la soledad.

Y ahora que miro en retrospectiva, fue la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida y en este justo momento ya estoy planeando cómo será mi próxima aventura.

 

Para viajar sola se necesita tener mente abierta y acomodarse a las diferentes circunstancias que se presentan en el día a día. Se puede viajar con poco? Claro que sí. Existen muchas formas de ahorrar dinero en alojamiento, comida, transporte y diversión.

Mi primer experiencia al viajar sola como mochilera fue por Europa por cuatro meses y medio. Antes de esto había viajado a varios lugares pero de forma diferente.

Esta fue mi primera vez como surfer en Couchsurfing, mi primera vez durmiendo en un dormitorio de hostal, mi primera vez acampando en una montaña en cualquier lugar remoto del mundo y mi primera vez cargando mi vida en una mochila.

A las que les ronda la idea en la cabeza, pongan en una balanza qué tanto tienen que perder y cuánto pueden ganar con una decisión que les puede traer las mejores experiencias de la vida.

Ahora es el momento de dar a conocer los lugares que he tenido la suerte de recorrer y cómo lo hice posible…